Richard Vázquez C
Universidad Nacional Federico Villarreal
En el curso de psicología organizacional se nos encomendó leer un texto acerca de dos enfoques del aprendizaje; el enfoque profundo y el enfoque superficial. ¿A que nos referimos con enfoque profundo? Cuando hablamos de aprendizaje profundo nos referimos a más que una forma de aprender a un estilo de interrelacionarnos con el mundo y por ende con el conocimiento, de involucrarse íntimamente con el conocimiento, de darle un valor intrínseco y personal a la experiencia de adquirir conocimiento con miras a ponerlo en practica en nuestra vida.
El aprendizaje superficial es todo lo contrario; nos referimos a una forma vana, simplista de adquirir o almacenar conocimiento. El conocimiento que se adquiere de esta manera puede ser útil pero no calara hondo en el individuo y menos aun llevara a un cambio de actitud. Analizando estos dos enfoques de aprender es difícil no poner como ejemplo nuestra triste realidad educativa, un sistema educativo que se va a la deriva desde hace mucho tiempo, con un sistema vertical y una forma superficial de impartir conocimiento por parte de los profesores. Ya lo decía el educador Constantino Carvalho no se puede educar sin valores y sin libertad donde es necesario darle un valor intrínseco y practico al conocimiento.
Las políticas educativas de muchos gobiernos siempre han ido por una misma línea, asumiendo modelos externos imprácticos para nuestra realidad, o tomando medidas poco efectivas dirigidas a solucionar problemas coyunturales más no los problemas de fondo. Por ejemplo el actual gobierno nos quiere hacer creer que profesores con mas conocimiento mejoraran a la educación, quizá obtengamos mejores resultados (datos que interesan al gobierno). Pero si no se hace una reestructuración del sistema educativo, educando en libertad, con valores, de manera profunda, un verdadero sistema inclusivo poco se habrá avanzado ya que solo estaremos formando autómatas con mucho conocimiento más no ciudadanos con conciencia crítica.
